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Diversos factores pueden causar que la lámina de riego erogada no responda a lámina deseada y programada

Las variables que pueden provocar esta situación son diversas, y generalmente se produce la combinación de ellas, lo que hace compleja la determinación precisa de un componente causal del desfase entre la lámina deseada y la resultante.
En general se suele confiar en que el equipo está regando una lámina determinada en base a su configuración de cartilla, sin considerar el desgaste y las actualizaciones en los implementos del equipo. Lo que puede provocar una diferencia sustancial entre las láminas programadas y las láminas realmente aplicadas.

Lo mencionado anteriormente es una problemática frecuente en la realidad de los productores regantes y fue lo que sucedió en un pivot monitoreado por PONCE en la finca “La Paloma” bajo la gestión de una empresa líder de agro negocios con raíz nacional: Grupo Werthein.
 
El equipo de asistencia técnica de PONCE recibió el aviso desde la finca informando una diferencia entre el valor establecido y la lámina calculada por la APP, que emplea un sensor GPS instalado en la última torre para reportar periódicamente la posición del equipo. El sistema estaba marcando un valor de 8 milímetros mientras que, según cartilla, se estaba aplicando una lámina de 10 milímetros. Esta lámina teórica implicaba una demora de 31 horas en completar la vuelta, dado que el equipo se encontraba regando con la configuración de avance del 50%.
 
Se trataba de un equipo Valley de 9 tramos destinado al riego de lotes semilleros, que requieren de umbrales de riego preciso y homogeneidad en la distribución.
 
Ante la discrepancia detectada, desde el equipo técnico se realizaron una serie de verificaciones a fin de detectar la causa del problema trabajando en coordinación con el los administradores de riego del establecimiento. Esto implicaba:

1. Inspeccionar los valores de cada componente en la carta de aspersión.
2. Medir la distancia a la última torre.
3. Verificar el número de rodado y estado del inflado de los neumáticos.
4. Validar el funcionamiento del Timer que establece la velocidad de avance.
5. Medir la frecuencia de alimentación (Hertz)
6. Medir las Revoluciones por Minuto (RPM) del motorreductor de la última torre.
7. Verificar el valor de reducción de la los rodados de la última torre

Foto a la izquierda: seteo del tablero Valley. A la derecha tabla de Lámina vs Timer de la Carta de Aspersión.      

Volviendo al problema que provocó la consulta, la app estaba informando una lámina aplicada de 8 mm cuando deseaban aplicar 10 mm. Parece una diferencia sutil, pero se trata de un 20%. Si arrastramos esta diferencia a lo largo de un ciclo de cultivo de, por ejemplo, semilla de maíz con 200 milímetros (en un año promedio), estaríamos finalmente aplicando 40 milímetros menos, lo que va a ser luego “cobrado” por el cultivo con rindes inferiores al potencial. Según la carta, el equipo de 85 hectáreas, demoraba 31 horas para erogar 10 milímetros. Sin embargo cuando se midió el tiempo de una vuelta completa con esta configuración, se determinó que al equipo al 50% le tomaba 25 horas dar la vuelta completa, 6 horas menos de lo esperado.

Para corroborar el cálculo teórico se puso en marcha el equipo y, entendiendo que el porcentaje de avance hace referencia a la duración que la última torre se encuentra encendida avanzando, se constató este tiempo. Luego se configuró un riego al 50% a las 7.10 de la mañana y se cambió la velocidad al 40% a las 8.00, donde teóricamente la lámina debía  estar entre 11 y 12 mm según el timer de la carta.

El procedimiento antes mencionado se verificó en dos etapas resultando correctas todas las verificaciones y llegando a la conclusión de que la causa del problema era que la frecuencia de alimentación no correspondía con lo contemplado en la carta de aspersión (referencia que era utilizada para configurar la velocidad en el tablero del equipo), generando una diferencia de velocidad en los motorreductores del equipo.

El motorreductor es el corazón del módulo responsable del movimiento de cada torre de un pivot ya que es un mecanismo capaz de regular la velocidad de giro de un eje asociado a un motor para que funcione a un ritmo determinado incluso en terrenos complejos.

¿Cómo funcionan los motorreductores?

Los motorreductores, tal como la palabra lo indica, constan de un motor acoplado a una cadena de engranajes que aplican diferentes reducciones para obtener un velocidad de rotación y torques distintos al nominal. Es decir, reducen la velocidad de giro del motor al tiempo que aumentan su torque. Cabe destacar que para cualquier motor o motorreductor de inducción, la velocidad de rotación es proporcional a la frecuencia (Hertz) de la alimentación que recibe. Por esto, la frecuencia correcta de trabajo de un motorreductor suele encontrarse en la cartilla de aspersión.

Elementos de transmisión de un pivot, motor y reductor Durst.

¿Cómo corroborar su correcto funcionamiento?

Primero se debe acudir al equipo y verificar lo grabado en la chapa del componente. En el caso de este equipo, la leyenda grabada en el motorreductor era poco legible, por lo tanto no se podía confiar en esa información. Para evitar que las chapas se borren o desgasten, se suele incorporar una carcasa plástica que evita que la propia agua erogada por el equipo erosione la chapa. El desgaste se acentúa más en las últimas torres, donde la aplicación de agua instantánea es mayor, por lo que es una muy buena práctica contar con el protector (suele removerse por la practicidad para hacer mantenimiento al componente).

Foto a la izquierda: Grabado en motorreductor totalmente ilegible. A la derecha motorreductor en torre de aspersión.     

Dado que las especificaciones no podían leerse, desde el equipo técnico de PONCE se le solicitó al personal que estaba auditando el equipo que se llevara la cuenta de las vueltas que daba el cardan de la última torre en movimiento durante un minuto, colocando el equipo al 100%. Para disminuir el error de medición, lo ideal es tomar el valor durante 5 minutos y luego dividir las vueltas en 5 para obtener las RPM finales.

La necesidad de una nueva cartilla

Luego de llevar adelante esta serie de mediciones el establecimiento actualizó su cartilla corrigiendo la frecuencia de alimentación Revisando el resto de los equipos también se descubrió que otro pivot compartía este problema y se pudo realizar la misma corrección.
 
La frecuencia de este tipo de problemas en campo es elevada y las consecuencias derivan en un sobre riego o peor aún en un sub riego, lo que, en periodos críticos del cultivo, afecta directamente al rinde y calidad del producto.
 
Una anomalía así de precisa sólo puede detectarse con un minucioso monitoreo, un protocolo de acción y el valioso acompañamiento de un técnico especializado.

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