La comunicación ha jugado un papel fundamental para la evolución pero hoy, a pesar de estar en la era de las comunicaciones, tenemos grandes problemas al transmitir o interpretar la información, lo que nos lleva a cometer errores que nos pueden derivar a pérdidas de rentabilidad.
Una Orden de Riego es la emisión de indicaciones detalladas y específicas sobre cuándo, cómo, dónde y cuánto regar. Entendiendo que en la mayoría de los casos quien formula esta orden (por lo general un asesor, ingeniero agrónomo) no es quien la ejecuta (regador u operario), y que además resulta dificultoso llevar el registro exacto para corroborar el cumplimiento de la misma, es que en este webinar nos centramos en analizar la emisión, ejecución y registro de órdenes para hacer más eficiente la actividad de riego.
La orden está sujeta a un conjunto de acciones y conocimientos previos para que la ejecución sea tal cual fue planificada. Cuando estas no se cumplen se produce un desfase entre lo que se quiere regar y lo que en realidad está regando el sistema (teórico vs real). Algunos puntos que generan estas diferencias son:
Falta de planificación (se necesita regar un lote y el equipo está todavía regando otro, falta de algún suministro como combustible, etc).
Error humano (equivocación o mal interpretación del pedido)
Conocimientos del operario para ejecutar la operación (traducir los milímetros a porcentaje de avance)
Retrasos por mala o pobre señal celular (o de internet)
Cambios en campo generados por la imposibilidad de ejecutar una órden (por ejemplo, cuando un equipo está fuera de servicio esperando un repuesto)
Calibración del equipo (haber cambiado un componente y no actualizar la carta de riego)
Mantenimiento del equipo (por ejemplo, un neumático desinflado)
La capacidad de riego [CR] es la cantidad de agua que puede erogar un equipo (en condiciones óptimas) durante un periodo de tiempo determinado. Es una métrica de diseño hidráulico que se utiliza para garantizar que el sistema va a poder abastecer la necesidad hídrica del cultivo en cuestión.
Se calcula con una fórmula en la que interviene el caudal del equipo [Q], la duración del periodo [T], la superficie del lote [HAS] y un factor de conversión de unidades:
CR = (Q x T) / (HAS x 10)
Para dar un ejemplo, un diseño donde se asumen 20 horas diarias de riego para un pivot que cubre 100 hectáreas con una pluviometría de 300 m3/h implica una capacidad de riego diaria de 6 milímetros.
Cualquier evento, accidental o intencional, que reduzca el tiempo de funcionamiento del pivot, va a estar afectando la capacidad del sistema de erogar el agua que el lote necesita, subregando y provocando un déficit hídrico que puede ser muy dañino para el cultivo.
Desde la plataforma de PONCE se pueden emitir órdenes de riego de manera fácil y ordenada, detallando la dosis de riego, el lote donde se debe aplicar y el periodo en el que debe ser ejecutada la orden. Emitir una órden desde la APP genera 3 beneficios:
Comunicación: el encargado de ejecutarla recibirá automáticamente un mensaje (SMS o Whatsapp) con todas las indicaciones de la órden a ejecutar y su emisor.
Trazabilidad: cada órden es única y contiene un código, por lo que se podrán acceder a los históricos de los pedidos de riego.
Analítica: el riego ordenado permite luego realizar un análisis para determinar el grado de cumplimiento de cada órden.
De esta manera, se puede contrastar la intención de riego con el funcionamiento real del equipo y así ajustar los parámetros mecánicos, pluviométricos y operativos pertinentes para que el riego teórico y real tengan mayor concordancia.
El ordenamiento de las tareas de riego puede ser engorroso o poco eficiente si se utiliza un sistema tradicional, pero con la tecnología de PONCE esta labor se simplifica, mejorando la eficiencia en la planificación de la campaña.